El pasado 23 de noviembre tuvo lugar la conferencia “monográfica Santillana de la Educación”.
El objetivo de la misma fue analizar algunos elementos, artículos, reflexiones sobre el impacto de las TIC en la educación formal y no formal, comparando los nuevos recursos didácticos y los tradicionales.
A la hora de la ponencia se tuvo en cuanta que las TIC en los centros educativos y en las aulas es aún una visión limitada, además esto denota una dificultad más de la prevista, sin embargo su capacidad efectiva para transformar las dinámicas de trabajo de profesores y estudiantes en los centros y los procesos de enseñanza y aprendizaje en las aulas está por lo general, y con las excepciones de rigor, muy por debajo del potencial transformador e innovador que habitualmente se atribuye a las TIC.
Por lo que concluyeron, con la creencia de que las TIC, son un potencial que puede o no hacerse realidad, y hacerse en mayor o menor medida, en función del contexto en el que las TIC son efectivamente utilizadas.
Es pues el contexto de uso, y en el marco del mismo la finalidad o finalidades que se persiguen con la incorporación de las TIC a la educación y los usos efectivos que hacen de ellas los profesores y alumnos en los centros y en las aulas, lo que acaba determinando el mayor o menor impacto de la incorporación de las TIC a la educación y su mayor o menor capacidad para innovar y transformar la educación y la enseñanza y mejorar el aprendizaje
El objetivo de la misma fue analizar algunos elementos, artículos, reflexiones sobre el impacto de las TIC en la educación formal y no formal, comparando los nuevos recursos didácticos y los tradicionales.
A la hora de la ponencia se tuvo en cuanta que las TIC en los centros educativos y en las aulas es aún una visión limitada, además esto denota una dificultad más de la prevista, sin embargo su capacidad efectiva para transformar las dinámicas de trabajo de profesores y estudiantes en los centros y los procesos de enseñanza y aprendizaje en las aulas está por lo general, y con las excepciones de rigor, muy por debajo del potencial transformador e innovador que habitualmente se atribuye a las TIC.
Por lo que concluyeron, con la creencia de que las TIC, son un potencial que puede o no hacerse realidad, y hacerse en mayor o menor medida, en función del contexto en el que las TIC son efectivamente utilizadas.
Es pues el contexto de uso, y en el marco del mismo la finalidad o finalidades que se persiguen con la incorporación de las TIC a la educación y los usos efectivos que hacen de ellas los profesores y alumnos en los centros y en las aulas, lo que acaba determinando el mayor o menor impacto de la incorporación de las TIC a la educación y su mayor o menor capacidad para innovar y transformar la educación y la enseñanza y mejorar el aprendizaje
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