Antes de comenzar con este artículo, quería felicitaros a todos y desearos una feliz navidad, espero que la paséis con vuestros seres queridos y que vuestros deseos se cumplan.
La celebración de la navidad está arraigada en la memoria de todos los niños del mundo. Pero no en todas partes se celebra igual. En los países desarrollados los niños juegan y saben que sus deseados regalos llegaran el 24 de diciembre o el 6 de enero. Tales como, todo un conjunto de maquinas modernas, que nos transmiten entretenimiento y satisfacción, como la PlayStation, game boy, MP4… mientras que en los países más empobrecidos los niños tienen suerte si alguna ONGA se acuerda de ellos y les regalan ropa, comida, lápices de colores, libretas, libros para colorear…siendo así, muy evidente la diferente visión de unos y otros.
De este modo, en los países desarrollados se ve en la Navidad, la excusa perfecta para consumir nuevos y novedosos adelantos tecnológicos que garantizan nuestro bienestar y ocio, sin embargo en los países menos desarrollados se ve como un adelanto tecnológico, a la creación de un pozo prometido en la generación anterior…
Con esta reflexión personal, no digo que podemos cambiar el mundo, pero si podemos enseñar a los más pequeños de nuestra familia, que hay personas en el mundo que no van a disfrutar de una cena en familia, con regalos, porque no se lo pueden permitir,. Que mientras una mitad del mundo se aprovecha de las ventajas de las nuevas tecnologías, la otra mitad no sabe “que son las nuevas tecnologías”, que mientras una mitad del mundo consume y derrocha energía no renovable, la otra mitad se consuela con los despojos de la otra mitad.
Creo que siempre podemos ayudar a los demás, pero es ahora, en esta fechas cuando posiblemente, nos acordemos de tender la mano a la persona que esta a nuestro lado, porque tampoco hace falta viajar al otro lado del mundo para comprobar que hay personas con necesidades, que quizás nosotros se las podamos solventar.
La celebración de la navidad está arraigada en la memoria de todos los niños del mundo. Pero no en todas partes se celebra igual. En los países desarrollados los niños juegan y saben que sus deseados regalos llegaran el 24 de diciembre o el 6 de enero. Tales como, todo un conjunto de maquinas modernas, que nos transmiten entretenimiento y satisfacción, como la PlayStation, game boy, MP4… mientras que en los países más empobrecidos los niños tienen suerte si alguna ONGA se acuerda de ellos y les regalan ropa, comida, lápices de colores, libretas, libros para colorear…siendo así, muy evidente la diferente visión de unos y otros.
De este modo, en los países desarrollados se ve en la Navidad, la excusa perfecta para consumir nuevos y novedosos adelantos tecnológicos que garantizan nuestro bienestar y ocio, sin embargo en los países menos desarrollados se ve como un adelanto tecnológico, a la creación de un pozo prometido en la generación anterior…
Con esta reflexión personal, no digo que podemos cambiar el mundo, pero si podemos enseñar a los más pequeños de nuestra familia, que hay personas en el mundo que no van a disfrutar de una cena en familia, con regalos, porque no se lo pueden permitir,. Que mientras una mitad del mundo se aprovecha de las ventajas de las nuevas tecnologías, la otra mitad no sabe “que son las nuevas tecnologías”, que mientras una mitad del mundo consume y derrocha energía no renovable, la otra mitad se consuela con los despojos de la otra mitad.
Creo que siempre podemos ayudar a los demás, pero es ahora, en esta fechas cuando posiblemente, nos acordemos de tender la mano a la persona que esta a nuestro lado, porque tampoco hace falta viajar al otro lado del mundo para comprobar que hay personas con necesidades, que quizás nosotros se las podamos solventar.
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